lunes, 24 de marzo de 2014

SEGÚN PASAN LOS AÑOS

Hoy: Virrey Loreto y Conesa
Una vieja casa, muy de barrio, le cedió paso a un cálido sitio gastronómico. En Virrey Loreto entre Conesa y Zapiola, surgió hace cinco años el bar Loreto. La mística de aquella típica vivienda de Colegiales parece seguir impregnada en este nuevo espacio, cuyas características adaptadas a los tiempos que corren, van de la mano con la tranquilidad y un clima familiar que se respira apenas uno penetra en el salón. Por si esto fuera poco, los desayunos, almuerzos y meriendas están matizados por una calidad gastronómica que invita a repetir la visita en forma frecuente.
La Voz de Colegiales dialogó con Andrés (foto de abajo), uno de los propietarios de Loreto Garden Bar. Y estas fueron algunas de sus opiniones:
 "Estamos acá desde junio de 2009. Antes, esto era una casa que pertenecía a Johana, una señora inglesa que vivía sola y falleció. Nosotros éramos vecinos y junto con mi madre y mis dos hermanos, Marina y Martín, decidimos alquilar la vivienda y poner este restorán. Respetando su arquitectura y con una decoración austera, sólo la refaccionamos un poco y se la recicló como para armar un emprendimiento de este tipo".
 "Mi mamá se ocupa mucho de lo que tiene que ver con lo verde. Le da gran preponderancia a las plantas. Yo me encargo de la cocina, que es mi pasión. Esto arrancó como un proyecto chico y hoy ha crecido bastante. La gente se ha encariñado con Loreto. Es como un club: los clientes son muy fieles y cuando se empezaron a ver seguido al venir a comer, es como que también fueron armando una relación entre ellos".
 "Nuestra vedette es el sandwich Roger. Sale con pechuga de pollo grillada, queso gree, parmesano, filadelphia, guacamole, rúcula, y tomate cherry. Todo en pan de focaccia. También hay fanáticos de otros platos. Por ejemplo, el salmón grillado. Después tenemos de todo un poco: hamburguesas, tartas, sandwiches... El café italiano es otra de las especialidades".
"Toda los alimentos son frescos. Yo mismo hago las compras (N. de la R: pudimos comprobarlo personalmente, ya que minutos antes de entrevistarlo, Andrés llegó cargado de bolsas del supermercado). ¿La comida que sobra? Acá somos unos cuantos, así que si llega a quedar algo, igual se consume. No tiramos nada, aunque en general, tampoco suele sobrar".
 "Se trabaja mucho con la gente del Sanatorio Fleni (Crámer y Céspedes) y gracias a la proliferación de las productoras de TV y Cine en el barrio. Acá, justo en la esquina (Conesa y Loreto) existe una. Por supuesto, también vienen artistas. Preferirían no mencionarlos, ya que ellos cuando se sientan acá buscan privacidad, tranquilidad... Y nuestro objetivo es que todos se sientan cómodos".

La "prehistoria" de Loreto. La casa de Johana, un típica vivienda de barrio que desde 2009, se transformó en el emprendimiento de Andrés y su familia. Se hicieron de abajo y de a poco, lograron ser reconocidos como un lugar muy apreciado en la ruta gastronómica de Colegiales.

1 comentario:

Alfredo Herms dijo...

en esa cuadra me crié, mas presisamente en la casa de mis abuelos, Virrey Loreto 2992 en las décadas del 60´y 70' así que tendré que darme una vuelta por Loreto Graden Bar. Exitos!

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